sábado, 23 de agosto de 2014

♦♦ Los problemas empieza en el colon


El hijo de unos amigos vive agobiado por todo tipo de enfermedades: alergia, asma, eczema, diarreas, estreñimiento y además va de infección en infección.

Sus padres le han eliminado de la dieta la leche, el gluten, los embutidos, los huevos pero no le ha servido de nada.

Resulta que el niño nació por cesárea.

Cuando me lo dijo, no lo dudé ni un segundo. Enseguida pensé: “Flora intestinal”.

La flora intestinal se determina en el nacimiento


La composición de la flora intestinal depende, en primer lugar, de la manera en la que nacemos.

Cuando nos encontrábamos en el vientre de nuestra madre, nuestro tubo digestivo era estéril. No tenía microbios.

Las bacterias y levaduras no se instalan en él hasta el momento del parto: 72 horas después de nacer, nuestro tubo digestivo contiene ya ¡millones y millones de bacterias y levaduras!

¿Pero de dónde proceden todas esas bacterias y levaduras? Aún lo desconoce mucha gente, pero para los niños que han nacido por parto natural proceden de la flora vaginal de la madre.

Ahora bien, la  flora vaginal depende en gran medida de la flora intestinal, por lo que las mujeres que en las últimas semanas de embarazo tengan una adecuada flora intestinal, dejarán a sus hijos una excelente herencia de especies microbianas para que siembren su intestino. Si por el contrario el intestino de la madre está contaminado por especies oportunistas y patógenas, por desgracia el bebé también las heredará.

De esta manera queda demostrado que la predisposición a padecer ciertas enfermedades tiene relación directa con un tipo de microflora que se transmite de madres a hijos en el nacimiento. En particular ocurre con los descendientes de mujeres que sufren asma o dermatitis. Si durante los últimos meses de embarazo la madre regenera su microflora (veremos cómo), el niño no será portador de una flora que pueda provocarle eczemas y/o asma. De esta manera tan sencilla se puede evitar que el recién nacido sufra una deficiencia que puede arrastrar de por vida, y que a su vez podría derivar en una bronquitis crónica que requeriría de asistencia respiratoria, convirtiéndole en una persona dependiente.

Existe otro caso igualmente preocupante y es el de los niños que nacen por cesárea.

El bebé que nace por cesárea, al ser extraído directamente de la placenta (habitáculo estéril), no tiene contacto con la flora de su madre. Recibe entonces la microflora del entorno, es decir, del hospital, que suele estar poblado de bacterias resistentes a los antibióticos, en especial la desgraciadamente famosa estafilococo aureus (Staphylococcus aureus).

Si no se corrige a tiempo, la flora intestinal de origen hospitalario puede tener consecuencias dolorosas para toda la vida.

Así que es muy importante que desde el momento mismo del nacimiento, las mamás a las que por fuerza debe practicárseles una cesárea siembren el tubo digestivo de su bebé con bacterias beneficiosas para la salud. Antes de hablar de cómo hacerlo, déjeme que puntualice que incluso una flora intestinal buena en el nacimiento puede llegar a desequilibrarse.

Cómo se puede romper el equilibrio de la microflora.

Tras el nacimiento, el equilibrio de la microflora intestinal se encuentra en constante evolución. Se trata de un equilibrio dinámico que puede romperse por diferentes factores endógenos y exógenos: factores endógenos (que se originan en el interior del organismo): puede que tengamos un sistema inmunitario deficiente o una enfermedad metabólica leve que ocasione una modificación de la flora intestinal. Si nos hacemos una herida o pasamos por el quirófano, tenemos una inflamación, estreñimiento      

crónico o un tumor en el intestino, la microflora también puede alterarse gravemente, lo que empeora los síntomas de la enfermedad prolongando la recuperación.

Factores exógenos (que se originan en el exterior): una alimentación desequilibrada, la contaminación por  metales pesados o por pesticidas utilizados en el campo o por aditivos alimentarios antimicrobianos, infecciones por gérmenes patógenos, niveles altos de estrés, tratamientos antibióticos, vacunas, todo ello favorece la inhibición de las bacterias buenas, dejando espacio para que se reproduzcan los gérmenes oportunistas y patógenos que son responsables de enfermedades.

Las consecuencias pueden tener mayor o menor gravedad, e ir desde simples trastornos digestivos hasta la ruptura total de las defensas del organismo. En ese caso, se corre el riesgo de que los gérmenes se multipliquen hasta provocar una infección generalizada (septicemia), y potencialmente la muerte.

Esto demuestra que una flora intestinal equilibrada es clave a la hora de estar sanos y hacer frente a las enfermedades. Nuestro objetivo debe ser conservar la flora en un estado microbiológico perfecto.

martes, 8 de julio de 2014

♦♦ Vitamina D 3


Beneficios en la salud de la vitamina D3

Especialistas internacionales coinciden en que la deficiencia de Vitamina D aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, entre ellos, el de mama y colon. Incluso ya existen estudios de laboratorio que demuestran que elevadas dosis de esta vitamina pueden matar células cancerígenas.

Más de 3000 estudios hay al respecto, aunque todavía las grandes instituciones muestran cierto escepticismo ante los resultados. Ejemplos de estos estudios los tenemos cercanos, como el publicado recientemente por el Instituto de Oncología VallD´Hebron, que asevera que la Vitamina D actúa como protector en el avance del cáncer de colon. Otro estudio publicado en la revista The American Journal of ClinicalNutrition. Concluye que la vitamina D tiene un factor protector en todos los tipos de cáncer tras la menopausia.

Lo que sí está confirmado es que tres cuartas partes de la población mundial tiene niveles deficientes de vitamina D. Ya que el 90 por ciento de ella proviene de la radiación solar y sólo un 10 por ciento de la dieta, principalmente a través del pescado azul,y el aceite de hígado de bacalao.

El problema es que mediante la alimentación no se puede complementar la falta ya que sería necesario ingerir grandes cantidades de esos alimentos, por lo que los especialistas recomiendan hacerlo mediante suplementos alimenticios.

- Evita la descalcificación y mejora la Osteoporosis.

- Para tener unos huesos más fuertes y sanos y un mejor sostén de los músculos.

- Previene 16 tipos de cáncer.

- Previene un alto número de infecciones.

- Reduce las inflamaciones en tendones, piel y otros órganos.

- Potencia el sistema inmunitario en adultos y niños. Activa las defensas y la respuesta del organismo frente a ataques bacterianos y micóticos. Interviene directamente en en los linfocitos, monolitos, macrófagos, huesos, músculos y cartílagos aumentando la respuesta inmunitaria de todo el organismo

- Combate enfermedades como la tuberculosis y la periodontitis.

- Genera respuesta biológica en 30 tejidos distintos. Prácticamente cada célula tiene un receptor de Vitamina D siendo la más efectiva la D3, por lo que actúa y se requiere en: Pulmones, Intestinos, Hígado, Corazón, Riñones y Cerebro.
- Combinada con Vitamina C, duplica el poder antioxidante del que se beneficia todo el organismo.

♦♦ Chorella


El alga chlorella es conocida sobre todo por su capacidad para eliminar las toxinas del cuerpo. Entre las increíbles propiedades de la chlorella están sus capacidades de desintoxicación del hígado, los intestinos y la sangre. Además de ser un excelente regenerador celular.

Desde hace más de 30 años los fabricantes de cosméticos de lujo han incluido extracto de chlorella en sus cremas pues saben del poder de reparación más rápido de la piel dañada. El alga chlorella contiene una hormona que estimula el crecimiento natural y la regeneración celular. Los estudios de investigación han demostrado que los niños y  jóvenes alimentados con Chlorella crecen más rápido.

El alga chlorella contiene 19 aminoácidos incluidos los más esenciales para la vida humana, todas las principales vitaminas, excepto la vitamina D, y todos los principales minerales, suficiente beta caroteno y xantófilas para que sea un poderoso antioxidante.

Es  rica en hierro de fácil asimilación, gracias a la presencia natural de vitamina C y clorofila, que ayudan al cuerpo a absorber el hierro; así como en fósforo, un mineral que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, también presente en el alga. La chlorella es rica en luteína, un pigmento natural que protege los ojos de la formación de cataratas.

Su contenido en clorofila es espectacular, hasta cuatro veces más que la espirulina, las espinacas y las ortigas. La clorofila es una de las mejores sustancias para la limpieza del intestino y sistema linfático, el hígado y la sangre. Las algas verdes son las más altas fuentes de clorofila en el mundo vegetal y de todas las algas estudiadas hasta ahora, la chlorella es la que tiene el porcentaje más alto, a menudo desde 3 hasta el 5% de clorofila.

Más información en este enlace:
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=408