En el camino de nuestra vida, en ocasiones o generalmente nos
anticipamos a que algunas veces nuestro proceso necesita tener complicaciones,
cosas o situaciones que se interponen en nuestro camino y a veces no entendemos el por que o quizás digamos ¿por que a mi? Solo Dios sabe el por que, solamente él conoce en nuestro interior e irá trabajando nuestros aspectos de una forma inentendible para nosotros.
Pero ¿por qué tiene que ser de esta forma?
En esencia, mientras más difícil es el proceso,
más capaz se vuelve el individuo, más fuerte es la vasija y más alto puede
subir la persona en la escalera espiritual.
Cada uno de nosotros ha sido puesto exactamente
en la situación correcta para volver nuestra Luz lo más brillante posible. Cada
dificultad que experimentamos es una oportunidad para pulir nuestros pensamientos, actitudes, etc. y trabajar nuestra templanza para poder ascender al siguiente
peldaño.
La clave es prestar atención a esas cosas que
están a nuestro alrededor para que así podamos crecer a partir de ellas. Pensar en la solución pacíficamente y no en las complicaciones.