martes, 15 de abril de 2014

Ser humano no es fácil


Un remedio seguro para la furia que producen los pequeños altercados de nuestra vida cotidiana es relajarnos, ante el embotellamiento del tráfico, la cita no cumplida, la pérdida de información vital, la desilusión, la inquietud, la ira y decir: "Ser humano no es difícil".

Quizás no remedie nuestra frustración por mucho tiempo, pero vale la pena practicarlo. Muchos de nuestros problemas surgen al olvidarnos de lo difícil que es.

Con frecuencia fijamos estándares de conducta inalcanzables, inclusive para nosotros mismos. Somos criaturas complejas y maravillosas que poseen muchas habilidades, pero nuestro afán de perfección frustra nuestra capacidad de goce y de disfrutar lo que tenemos en ese momento.

Ser humano es difícil y lo hacemos en forma imperfecta. Pero cuando combinamos nuestro esfuerzo con el de otros, construyendo un edificio o representando una obra, multiplicamos nuestras imperfecciones, lo mismo nuestras habilidades.  Aun así, nos necesitamos mutuamente.

Si podemos desapegarnos de la ira o de la decepción y reflexionamos acerca de lo maravilloso que es poder hacer cualquier cosa, podremos recordar amarnos a nosotros mismos y a los demás por nuestra complejidad y por nuestra simplicidad humana.

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